A
Rubén Castro no le hacen falta
estadísticas de ningún tipo para constatar que es un enorme delantero. No
necesita números para tener un hueco privilegiado entre la afición del Real
Betis Balompié.
Sus cinco temporadas en el Club de las trece barras son suficiente
aval para evidenciar, que por méritos propios, Rubén Castro será siempre
admirado y recordado en Heliópolis. Sin embargo, como un síntoma más de la
voracidad que ha exhibido durante sus años en verdiblanco, Rubén pensaba que su
hoja de servicios estaba incompleta hasta que se convirtiera en el máximo
goleador de la historia del Real Betis Balompié.
Un deseo que ha perseguido con
afán y que ningún rival ha podido detener. Porque Rubén Castro posee ese
incontestable olfato goleador solo al alcance de los grandes depredadores del
área, de los ídolos para una afición. De los estandartes que se reconocen como
tesoros históricos de una institución centenaria.
Sirva
esto para reflejar el hito que ha alcanzado el delantero con su tanto ante la
UE Llagostera, el 12º en su cuenta particular en la presente campaña. Una diana
que iguala a Rubén Castro con Domínguez en el primer escalón de máximos
goleadores históricos de la entidad. 94 goles. Tantos como sinónimos de
alegría, euforía y felicidad entre la hinchada verdiblanca. Sin embargo, la
historia no descansa.
Los goleadores insaciables nunca duermen, por lo que el
reto de Rubén Castro no ha concluido esta noche. La próxima parada pasa por
liderar en solitario el puesto de mayor anotador del Real Betis Balompié, un
desafío que ateniendo a la calidad del canario y observando su brillante
temporada, no tardará en producirse.
Enhorabuena,
Rubén.
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